Am 6. Juni hat Venezuela Präsident Maduro in einer Fernsehansprache angekündigt, in näherer Zukunft mehrere Kondomfabriken bauen lassen zu wollen, um die mit 17% in ganz Lateinamerika höchste Rate an Teenagerschwangerschaften zu reduzieren.
„Vamos a instalar un conjunto de fábricas aquí para producir billones de preservativos, y ustedes se encargan de distribuir, reflexionar y de blindar la patria de embarazos precoces“, ha dicho Maduro a los militantes del movimiento ‚Jóvenes por la Patria‘ que participaban del acto. (…) Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de embarazo adolescente en Venezuela no supera el 17%.
Die Reaktionen darauf kochen natürlich bei Venezuelas Katholiken ziemlich hoch, wie die katholische Nachrichtenagentur ACI Prensa zu berichten weiß:
El Director del Departamento de Educación de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), José Antonio Villamizar, advirtió que la instalación de fábricas de condones en Venezuela, como ha ofrecido el presidente Nicolás Maduro, acarreará un importante „coste social“, especialmente para los jóvenes del país a quienes así se les inserta en una peligrosa „ruleta rusa“.
En declaraciones a ACI Prensa, Villamizar señaló que „instalar una fábrica de condones en mi país, Venezuela, a lo sumo tal vez podrá abaratar los costos de un producto, a un gran coste social“.
Aber diese Einstellung ist ja nichts Neues. Wer etwas masochistisch veranlagt ist und Spanisch kann, kann sich ja die Horrorliste der Kondom-Übel („unsicher, mechanisch versagend, porös, nutzlos, unmoralisch und kontraproduktiv“, alles im Detail erläutert) bei ACI Prensa durchlesen – da sind Europas Katholiken ja nachgerade moderat, im Vergleich. Auch wenn ich natüprlich nicht weiß, woher momentan die Masse der in Venezuela verkauften Kondome stammt – es gibt da ja durchaus Qualitätsunterschiede…